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Recuerdo el primer día que tuve contacto con un libro de Julio Verne, en la biblioteca de mi colegio estaban revisando el estado de los libros, pasé por la mesa donde los verificaban. En una de las pilas me encontré  "cinco semanas en globo", la edición era viejita y tenía un dibujo en la portada al estilo de 1800, lo abrí de forma aleatoria y la página que leí , describía el funcionamiento de un sistema de calentamiento del gas en un globo usando una "pila Bunsen"

Me interesó tanto el tema que pedí prestado el libro y me fui a la sección de ciencias para verificar la información ( no existía la internet...) pues quería saber si el tema era invento del escritor o era real. Resultó que sí existía y que cuando el autor creó esa aplicación, a nadie se le había ocurrido usar la pila Bunsen, para hacer que los globos subieran y bajaran sin perder gas.

El libro lo termine en una noche, logró que me interesara en la historia de África y en su geografía, le pedí a mi madre que me comprara un atlas y así poder recoger el Nilo río arriba. Me fui a una biblioteca pública para poder leer todo sobre la competencia de los exploradores por corroborar las fuentes del Nilo.

Mi vida cambió.

En la contraportada del libro había una lista de los otros títulos del autor, los cuales leí vorazmente.

Esas lecturas me enseñaron el amor a la ciencia, al experimento, al saber. Los héroes de Verne eran científicos o personas que basaban su capacidad de solucionar problemas; en sus conocimientos.

Lo que hago en mi vida está marcado por el asombro y las ganas de saber que aprendí del maestro Verne.

Nunca imaginé que hoy después de la creación de la internet ( cosa que Julio Verne predijo en su libro París en el siglo XXI ), estuviésemos viviendo una aventura digna de algunos de sus manuscritos.

El pensamiento anticientífico se está tomando la opinión pública, gente como los terraplanistas, los antivacunas o los que queman antenas de comunicaciones, se toman los espacios digitales con teorías de conspiración sin fundamentos científicos o con lógicas dudosas.

El pensamiento anticientífico se cuela en la política cuando los adeptos a estas conspiraciones, son usados por líderes sin moral que los impulsan.

Cuando estos líderes llegan a los estados, crean políticas públicas sin ningún sustento e inconvenientes.

Son los anticientíficos los que desestiman el cambio climático, frenando los esfuerzos que se hacen para atenuarlo.

La ciencia es como un idioma, necesitamos que todo el mundo lo aprenda.

Aprender ciencia es como hacer gimnasia mental, nos preparara para todo tipo de actividad.

Cuando aprendemos a analizar datos y hacer experimentos, después es mas difícil que nos digan cosas sin sustento ni bases.

La ciencia es el camino para lograr los cambios reales que necesitamos en nuestra sociedad.

Si algún activismo es importante en estos momentos, es en favor del pensamiento lógico y la ciencia.

Es por esta razón que desde mi espacio de activismo, me uno a todas esas personas en el mundo , que abogan por el "alfabetismo científico" y el pensamiento científico como camino.